Según una tradición que se remonta a la Edad Media, la Virgen María acudió a este bello lugar en una 'barca de piedra' para dar ánimos a Santiago en su predicación, en un hecho que vincula a este santuario con el de la Virgen del Pilar de Zaragoza. Desde Muxía, el santuario de A Nosa Señora da Barca está a un paso, a él se llega bordeando el Monte Corpiño, por el 'Camiño da Pel' (Camino de la Piel), así denominado porque en sus inmediaciones se situaba una fuente en la que los peregrinos se aseaban (un símbolo de purificación y respeto al final de la ruta) antes de entrar en el santuario.
La iglesia del santuario s. XVII es la primera visión que recibe el peregrino. En el interior guarda un retablo mayor barroco de gran calidad y, sobre todo, la imagen gótica (estilo artístico siglos XII-XV) de A Nosa Señora da Barca, a quien se dedica -el domingo posteriormente del día 8 de cada mes de septiembre- una de las mayores romerías de Galicia. En el exterior, la magia del lugar insinúa sus secretos: sólo es necesario continuar el ritual y acercarse a la punta rocosa, casi con un pie en el mar, y comprender que allí están todavía el casco, la vela y el timón de piedra del barco en el que la Virgen llegó a este perdido punto para dar ánimos a Santiago en su predicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario