martes, 30 de abril de 2013

Faguía de Carnés (Vimianzo)




Museo Alemán de Camelle (Camariñas)

Es un original museo al aire libre creado por el artista alemán Manfred Gnädinger, conocido por Man el alemán de Camelle. Llegó a esta parroquia de Camariñas en la década de los 60 del siglo XX. En Camelle creó su edén de fantasía y soledad, el lugar que le proporcionó la paz interior que buscaba y donde dar vida a su obra artística.


A cada visitante de su museo le pedía que realizara un dibujo en una de sus libretitas, era una forma de relacionarse con los demás ya que para Man en  “cada papel está el alma de cada uno y mi objetivo es hacer un gran rascacielos con todas ellas ".

En este museo podemos observar los colores vivos y los numerosos círculos que representan el ciclo continúo de la vida, repetitivo, del que no se puede huír. Pensamientos existencialistas envolvieron la vida y obra de este singular personaje que encontrábamos, en cualquier época del año, vestido solo con un taparrabos. El naufragio del Prestige tiznó de negro sus obras, sus hijos, como él los llamaba. No superó este desastre y murió el día de los inocentes en noviembre de 2002.

viernes, 26 de abril de 2013

Playa de los Cristales (Laxe)


Pequeña cala en el pueblo de Laxe, no apta para el baño (y esto es lógico y evidente) que en lugar de arena tiene millones de trozos de cristales pulidos.



Cascada y Mirador del Ézaro (Dumbría)

Desembocadura del Río Xallas, único en Europa que finaliza en Cascada de la cual se puede disfrutar todos los días del año y en la temporada de verano que podemos disfrutar de esta maravilla de la naturaleza los sábados por la noche con su espectacular alumbrado.

jueves, 25 de abril de 2013

Secadero de Congrio (Muxía)

En Muxía se conservan los únicos secaderos de congrio de todos los que existían antiguamente a lo lardo de la Costa da Morte. Para llevar a cabo el secado de congrio estes son distribuídos en las "cabrias" que son estructuras de troncos de madera con disposición horizontal y vertical.


Durante un período de tiempo permanece expuesto al sol y al viento. Cuando está suficientemente seco se procede a su envasado e posterior comercialización. Fundamentalmente se destinan a Cataluña y a Aragón. Hoy en día se conservan tres secaderos, se sitúan cerca del dique de abrigo del puerto de Muxía, siendo visibles también desde el camino que lleva al Santuario de Nuestra Señora da Barca.

lunes, 22 de abril de 2013

Muíños y Batanes de Mosquetín (Vimianzo)

Los Muiños e Batáns de Mosquetín, situados en el Municipio de Vimianzo, lugar Salto, ocupan dos edificios que albergan siete molinos y tres batanes, respectivamente, además del necesario sistema de canales, estando todo el conjunto etnográfico en un estado excelente de conservación. Mientras que los molinos se dedicaban a la producción de harina, los batanes eran utilizados para compactar lana y lino.

Ruta de los Dólmenes (Vimianzo)

 
 

Playa de Traba (Laxe)


Amplia playa inmersa nun magnífico ámbito virgen formado por el conjunto natural de playa, dunas la laguna de Traba. Las dunas son bajas y están rodeadas con numeros juncos en las cuales durante todo el año están llenas de pájaros y aves marinas. Destacan los penedos en las proximidades.


Playa do Lago (Muxía)



Playa de entorno virgen formada en la desembocadura del río Lago, en el margen izquierda de la ría de Camariñas.

A Virxe da Barca (Muxía)

Según una tradición que se remonta a la Edad Media, la Virgen María acudió a este bello lugar en una 'barca de piedra' para dar ánimos a Santiago en su predicación, en un hecho que vincula a este santuario con el de la Virgen del Pilar de Zaragoza. Desde Muxía, el santuario de A Nosa Señora da Barca está a un paso, a él se llega bordeando el Monte Corpiño, por el 'Camiño da Pel' (Camino de la Piel), así denominado porque en sus inmediaciones se situaba una fuente en la que los peregrinos se aseaban (un símbolo de purificación y respeto al final de la ruta) antes de entrar en el santuario.
La iglesia del santuario s. XVII es la primera visión que recibe el peregrino. En el interior guarda un retablo mayor barroco de gran calidad y, sobre todo, la imagen gótica (estilo artístico siglos XII-XV) de A Nosa Señora da Barca, a quien se dedica -el domingo posteriormente del día 8 de cada mes de septiembre- una de las mayores romerías de Galicia. En el exterior, la magia del lugar insinúa sus secretos: sólo es necesario continuar el ritual y acercarse a la punta rocosa, casi con un pie en el mar, y comprender que allí están todavía el casco, la vela y el timón de piedra del barco en el que la Virgen llegó a este perdido punto para dar ánimos a Santiago en su predicación.

Cementerio de los Ingleses (Camariñas)

    Entre la Punta do Boi y la Punta da Cagada, está situado en uno de los lugares más fatídicos de la Costa da Morte: fueron ocho los naufragios y 245 las víctimas, pero el que más conmoción creó fue el del Serpent.
Este acorazado partió el 8 de noviembre de Plymouth con rumbo a la Sierra Leona. Derivó mucho a tierra y la escasa luz del Faro Vilán hizo que chocara en la Punta do Boi, a las 23:00 del 10 de noviembre de 1890, en el lugar que hoy se llama "el bajo del Serpent". El capitán ordenó el lanzamiento de cabos por el cañón lanza-cabos pero estos rompían contra las rocas. Intentaron emplear los botes mas los golpes de mar barrían todo el caparazón. Después se escuchó el desolador: ¡"Sálvese quien pueda!".
   En la noche sólo se oían los gritos de angustia. El mar, ayudado por las piedras, deshacía los cuerpos de los tripulantes. Pero tres marineros, de apellidos Bourton, Gould y Lacsne, fueron empujados por el mar a la playa de Trece, resultando los únicos supervivientes de la tragedia.
En los días siguientes, el mar fue devolviendo los cuerpos de los 172 marineros restantes a la arena de Trece. El cura de Xaviña movilizó a los vecinos para proceder a la sepultura de los cuerpos en este lugar.
    En el habitáculo interior del cementerio permanecen los restos del capitán y oficiales y en el recinto exterior, los de los marineros.
    El almirantazgo inglés agasajó al pueblo de Camariñas, en agradecimiento por su comportamiento, con un barómetro, al cura de Xaviña con una escopeta, y al alcalde con un reloj. En los primeros años tras la catástrofe, un barco de la armada inglesa se acercaba hasta el lugar para arrojar una corona de flores y cada barco de guerra inglés que pasaba cerca de estas costas lanzaba unas salvas de ordenanza en el honor de los compañeros enterrados en el Cementerio Inglés.
   A la derecha del cementerio se aprecia el paisaje incomparable del Monte Branco y a sus pies, las caramiñas que pueblan el área.

jueves, 18 de abril de 2013

Artículo

La costa de la Muerte (Costa da Morte en gallego) es una región costera de la provincia de La Coruña, Galicia (España) que abarca desde el cabo Finisterre hasta Malpica de Bergantiños.
La costa está salpicada de bellos paisajes como las playas de Trece, Reira, o Ariño (Camariñas), Laxe, Traba y Soesto (Laxe) Mar de Fora y O Rostro (Finisterre), los penedos de Pasarela y Traba, la Costa de Cabo Vilán y la costa que une Camelle con Traba.
Eugenio Carré Aldao, hacia finales de la década de 1920, fue uno de los primeros en hacer alusión al nombre de «costa de la Muerte», que, según afirma, procede de una antigua leyenda documentada a mediados del siglo XVI, dramatizando todo lo comprendido geográficamente a la derecha de Finisterre, por su falta de constancia de navegabilidad.
Teniendo en cuenta que el nombre de esta comarca hace referencia a la cantidad de catástrofes marinas debido a la peligrosidad de sus acantilados y frecuentes temporales, es posible delimitarla entre Malpica y el Cabo Finisterre.
Se puede comprender la costa de los municipios de Malpica, Puenteceso, Cabana, Laxe, Vimianzo, Camariñas, Muxía, Finisterre, Corcubión, Cee (costa oeste), y los pueblos de Corme, Puenteceso, Traba, Camelle, Arou, Santa Mariña, Camariñas, Xaviña, Merexo, Muxía, Lires, Nemiña, Dumbría y Finisterre. Esta delimitación (Cabo Roncudo - Finisterre) la pusieron marinos ingleses hace más de dos siglos, considerando el arco finisterrano el tramo de costa más peligroso por la cantidad de bajos o lages que se escondían a pocos metros de la superficie alejados de la costa, las fuertes corrientes, temporales, repentinas cerrazones de niebla y múltiples naufragios.